Una imagen para ver mil veces |
El
pasado 25 de mayo festejábamos 106 años de vida de nuestro querido Defensores
de Belgrano con un triunfo ante Temperley, para cerrar –al menos con una
pequeña sonrisa– un campeonato para el olvido. Dos días después, conmemoramos,
ya un poco más risueños, los 17 años de aquella tarde en la que el Dragón
condenó al descenso a un equipo al que jamás volvió a enfrentar.
Aquel
27 de mayo de 1995, hubo un jugador que pasó a la inmortalidad en el imaginario
rojinegro, por haber marcado los dos goles de ese partido. Su nombre es
Leonardo Ariel Almanza. El Pájaro. El inolvidable. “A ese partido lo viví
a pleno, como se vive un clásico. Esa semana todo el club estaba revolucionado
y lo hacían sentir, de buena manera” explica el goleador, y agrega: “Era muy
importante, tanto para ellos como para los hinchas y para nosotros, que jugábamos”.
Hoy
en día, Almanza trabaja en una empresa de alimentación y en su tiempo libre es
DT en un club de baby (en la categoría 2003), hace 4 años. “También sigo
jugando en dos campeonatos en la semana, lo hago por que es parte de mi vida y
necesito estar en una cancha, así lo hago desde que tengo 5 años y hasta que la
vida me diga basta” cuenta el Pájaro, que fue invitado, como todos los años, a
la Copa Almanza, ese homenaje que los hinchas de Defe le rinden, para de paso reírse
un poco de… esos que no volvieron más.
– ¿Qué sentís al saber que se hace una
copa con tu nombre?
– Imaginate que es algo de lo que todavía no caigo, es lo más lindo que me pudo dejar el fútbol, es una sensación única, no se compara con nada.
– Imaginate que es algo de lo que todavía no caigo, es lo más lindo que me pudo dejar el fútbol, es una sensación única, no se compara con nada.
– ¿Y la relación con la gente, qué te
genera? Porque te consideran un ídolo…
– Es muy buena toda, la gente que veo en el momento en que piso la cancha me lo demuestra. Y en cuanto a lo de ídolo, creo que estoy lejos de eso, pero si sé que nadie que quiere al club va a olvidar esa tarde.
– Es muy buena toda, la gente que veo en el momento en que piso la cancha me lo demuestra. Y en cuanto a lo de ídolo, creo que estoy lejos de eso, pero si sé que nadie que quiere al club va a olvidar esa tarde.
Además
de está comunión con los hinchas, Almanza destaca lo vivido más allá del 27 de
mayo en cancha de Platense. “Hay muchas cosas, pero es bueno acordarme que tuve
la gran suerte de ser compañero de muchos jugadores importantes que dio el
fútbol argentino, como Blas Giunta y Wálter Fernández” y se queda, en lo
personal, con un dato anecdótico que le caerá simpático a todos los Dragones: “Por
suerte siempre le hice goles a Tigre, para mí era muy bueno estar en esos
partidos y afortunadamente siempre pude estar presente”, remarca Leonardo.
Para
concluir, el delantero saluda a esos simpatizantes que lo adoran: “Siempre van
a estar en mi corazón, porque yo así lo siento. Quiero mucho al club, aunque no
voy a la cancha a ver a Defe” y enseguida explica el porqué de esa decisión. “Soy
sincero, nunca fui a ver un partido porque no me hace bien estar de espectador,
me muero por jugar y, a pesar de que tengo 38 años, jamás pude dejar de pensar
así: me duele estar afuera. El que jugó alguna vez tal vez me entienda. Amo el
fútbol, lo llevo en la sangre y es pasión que no se explica, como el
sentimiento que la gente tiene por el club que ama”.
Y
la gente que ama a Defe, te ama a vos… ¿Por qué? Porque hace 17 años que los
mandaste a la C, y sabemos que jamás van a volver.