"Siento que le podemos ganar a River"

Campeonato pasado vs Flandria, marcando, con Martínez Montagnoli, a Alejandro Noriega

Camisa a rayas y jean, se presenta, con su metro ochenta y ocho, el joven central de nuestro querido Defensores, Martín Alberich. Con apenas 22 añitos, es un baluarte de la defensa y hasta tuvo la oportunidad de ser capitán en un par de partidos. El sol quema en el mediodía del Bajo Núñez, pero ahí está recién salido de un liviano entrenamiento, debido al desgarro que lo aqueja y lo mantiene fuera de la cancha desde el empate 0 a 0 contra San Telmo.

Parece mentira que haya pasado tanto tiempo desde el debut del Flaco, aquel 10 de abril de 2009 en Junín, frente a Sarmiento; sin embargo él lo recuerda como si hubiese sido ayer. “Estaba muy nervioso… Nos acostamos a dormir la siesta, porque el partido era de noche, y yo no pude pegar un ojo”, cuenta entre risas y continúa: “Mis compañeros y el Gato Daniele (que era el técnico de ese momento) me dieron toda la confianza, y por suerte, a los 20 minutos pude hacer un gol, y eso me permitió jugar tranquilo”. Su estreno goleador fue más que soñado, teniendo en cuenta la posición en la que juega. “Estaba muy contento, y mis compañeros también: se me tiraron encima, me abrazaron, me dieron besos”, rememora con alegría. Su gol fue el 1 a 1 parcial, para un encuentro que terminó 3 a 2 en favor del local.

Aquel día tenía la 4 en la espalda. Hoy, y ya desde hace un tiempo, la casaca número 6 es la que lo identifica y la que lo ha consolidado como titular desde la temporada pasada. “Yo venía de estar parado 6 meses por una pubialgia y el técnico confió en mí. Creo que tuve un buen campeonato y que hice las cosas bien para ganarme ese lugar”, afirma Martín, que llegó al club en 7ma división por el viejo convenio que Defensores mantenía con River Plate. 

Sus primeros años en el club le hicieron conocer a muchos compañeros, de los cuales muchos se quedaron en el camino. El Flaco, en cambio, se mantuvo firme y hoy puede describir ese pasaje. “La ’89 de Defensores era una categoría de la puta madre, tenía muy buenos jugadores. Yo creo que llegué a primera por la perseverancia y las ganas que le ponía. Me encantaba entrenar y no faltaba nunca. Si le das para adelante, las cosas vienen solas”, define. Por suerte y para orgullo de todos los defensoristas, Martín no fue el único y hoy disfrutamos a otros chicos que recorrieron el mismo camino y pasaron las mismas cosas que él, y llegaron a primera. Para Alberich jugar con ellos es algo muy especial y así lo describe: “Jugar con compañeros que salieron de las inferiores, como uno, es algo muy lindo. Están también los otros compañeros que vienen de afuera, que también es lindo jugar con ellos, pero con los de inferiores es un plus”. Y confiesa, entusiasmado “Me gustaría ver algún día un equipo con los once jugadores surgidos de Defensores”.

Y ya que habla de los pibes del club, es inevitable preguntarle por quien fuera la temporada pasada su compañero en la defensa y actualmente conforma el plantel del Club Ferrocarril Oeste. ¿Lo extrañará a Leandro Martínez Montagnoli? “Al Fisu se lo extraña, como jugador, pero más aún como persona, porque yo tenía una gran relación con él: concentrábamos juntos, estábamos juntos en los entrenamientos, tenemos una relación de amistad”, comenta, y agrega que “en lo futbolístico también, nos entendíamos de memoria, lo miraba y ya sabía lo que iba a hacer”. Y eso adentro de la cancha se notaba, y mucho. Hacían una dupla casi impasable, a tono con el gran equipo que rozó el ascenso en junio pasado. Después de eso el Fisu se fue a Ferro y el Flaco se quedó en Núñez. Ahora en la zaga lo acompañan –según la ocasión–  Luciano Nebot, Pedro Bocca o Arturo Villasanti, jugadores con los que también se siente muy  cómodo adentro de la cancha, y no duda en atribuirle a Fito Della Picca su injerencia en este sentido, ya que con su táctica –cuenta Martín–, todos juegan de la misma manera. Pero en este campeonato, al menos por ahora, el Dragón está alejado de la punta. Con la derrota de este sábado ante Colegiales, quedó a 13 puntos del imparable Brown de Adrogué. Para el defensor, una de las claves para acercarse es mantener el cero en el arco propio (cosa que no sucedió ante Cole, luego de cinco encuentros con la valla invicta), para en principio asegurarse un punto y cree que esos partidos anteriores son el camino a seguir para pelear bien arriba. 

Eso es lo que quiere y espera, para cumplir con sus objetivos. “Yo quiero seguir consolidándome en Defensores, sumando experiencia y lograr el ascenso, que es lo que todos queremos”, explica Martín, que apunta también a dar un salto de categoría y escalar lo más que pueda en su carrera profesional. Se lo merece, no hay dudas. Ojalá esos pasos los dé junto a este club que lo vio crecer y dejar todo partido a partido.

Y hablando de partidos… inevitable es consultarlo por el cada vez más cercano choque ante River, por la Copa Argentina. La pregunta vuela y él no la rechaza. Le pone el pecho y responde. “Voy a ser sincero, tengo mucha fe. Siento que se le puede ganar, así ponga a los titulares o a los suplentes, si dejamos todo, como lo venimos haciendo y como lo hicimos el torneo pasado, cerrándonos bien atrás hay grandes chances”, expresa con seguridad. Y recuerda el amistoso que jugaron ambos equipos en la última pretemporada. “Ese resultado (4 a 1) fue de algún modo mentiroso, porque en el primer tiempo tuvimos varias oportunidades de gol y hasta erramos un penal”, concluye.

Su ilusión es enorme, aunque sabe que Defe se va a enfrentar a un rival mucho más poderoso y que va a tratar de imponer su juego, “lindo, por abajo”. “Seamos realistas, River está en la B pero, junto con Boca, son los clubes más grandes de la Argentina. Además tiene un estilo y lo respeta, no importa la categoría”, reconoce. Pero no se achica y repite “tengo una fe increíble”. Y sí, Flaco, “de bandera la ilusión y preparando la acción, que la cordura no tiene oferta”, recita La Vela Puerca en Llenos de magia. Así los queremos ver ese 7 de diciembre en San Juan: llenos de magia.

Y llega la horade cerrar y Martín Alberich se despide con unas palabra

s para los hinchas, esos que están en las buenas y en las malas mucho más. “Vamos a dejar todo para cumplir el objetivo, que es el ascenso. Si no se puede salir campeón, vamos por el reducido, a sufrir de nuevo, pero esta vez… creo que vamos a ascender”. 

Ojalá, Flaco, ojalá.