“Siempre dejé la vida por la camiseta de Defensores"

Llegan noticias desde lejos una vez más a Sentimiento Dragón. Esta vez, cruzamos virtualmente el Atlántico y desde España nos regala unas palabras el querido y recordado Matías Pachu Pacífico. ¡Sí, el Pachu Gol!

Radicado en la península ibérica hace más de diez años, el año pasado “el Palermo de la B” colgó los botines y comenzó a dirigir. “Vine a jugar al Peralta, de segunda B, y ya me quede a vivir acá, por lo mal que estaba Argentina. En el 2003 decidí dejar el fútbol, pero a los 6 meses me convencieron para volver y jugué hasta el año pasado en tercera. Y ya llevo dos años entrenando: este año al Aluvión de tercera división y el año pasado al Tudela, de una categoría menor”  cuenta Pachu, desde Navarra.

- ¿Te gustaría ser DT de Defe?

̶- Sería hermoso... otro sueño.  Quién sabe, más adelante tal vez, ahora es imposible. Pero siempre lo pienso y se me ponen los pelos de punta.

Es que Pacífico tiene sangre roja y negra, y lo demuestra toda vez que tiene oportunidad, como cuando se le pide que defina lo que siente por Defensores de Belgrano. “Muy dificil explicarlo, pasé muchos años de mi vida en ese club. A Defe lo quiero como se quiere a esa abuela que nos crio. Todos los recuerdos de mi vida son en el club, en inferiores o cada partido que jugué en primera” comenta, y aún a la distancia se puede percibir la nostalgia en sus palabras cuando de hablar del Dragón se trata. Y lo fresco que tiene lo que vivió en el Bajo Núñez, por ejemplo, cuando es consultado por sus inicios. “Jugué de chiquito en el club Kimberly de Villa Urquiza al fútbol 5, hasta que fui a Defe. Averigüé cuándo eran las pruebas y me anoté. Me acuerdo que se hicieron en las canchas que están detrás del Pasquale, me puse a jugar y a al rato me llamó Houseman, me preguntó si era categoría ’74, le dije que sí y me contestó ‘el martes empiezas a entrenar’” relata, como si hubiese sido ayer. Lo mismo cuando se pone a contar cómo fue su debut: “Fue el 13 de diciembre de 1993 en la cancha de Villa Dálmine. Hugo Bargas fue a ver un partido cuando estaba en cuarta, me llevó la semana anterior al banco de suplentes contra Defensa y Justicia en cancha de Defe y no entré y la semana siguiente fuimos a Dálmine. A poco de terminar el primer tiempo Walter Fernández pide el cambio, entonces me puse a calentar y me acuerdo que un directivo que se llamaba López se puso al lado mío a motivarme... pero yo no lo podía escuchar, ¡estaba a minutos de jugar en la primera de DEFE! [Las mayúsculas son de Pachu]” y agrega, “un montón de veces imaginándome ese momento detrás del alambre y estaba a punto de cumplirlo. El partido iba 0 a 0, entré a comerme el mundo, corría como un loco. A los 10 minutos hicimos el 1 a 0, y grité tanto el gol, el primero que gritaba y me abrazaba con los jugadores de Defe y lo más raro es que era uno de ellos” confiesa entre risas. 

̶- ¿Y cuál fue tu mejor gol con la Roja y Negra?

̶- En la cancha de Estudiantes de Buenos Aires. Ganábamos 2 a 1, entré en la segunda parte y de una contra hicimos el gol. Lo mejor de ese gol es que me volví loco al hacerlo y hasta me cayeron lágrimas. Fui donde estaba la gente de Defe y me tuve que poner la camiseta en la cara, porque no quería que me vieran llorar. (En el video se puede ver el gol del que habla)

Y entre tantos recuerdos y nostalgia, también habla de sus ex compañeros en el club: “De los primeros años en inferiores Herrera, Pigui y Lichene. Los cuatro pasábamos todo el día en el club, volviendo loco al Uruguayo que nos echaba de todos lados. Y además recuerdo a López, el Negro Barrios, los gemelos Traverso, Cabrera, Arias, Alejandro Rivero, Salegas y muchos mas que pasamos todas los inferiores juntos y que con la mayoría compartimos una cancha en primera” enumera Matías y nombra a otros dos jugadores con pasado rojinegro que le dejaron gratos recuerdos: “El Tanque Giménez, un gran amigo; y Blas Giunta, mi compañero de concentración y un motivador en el campo”, entre otros.

Llegando al final, es momento de charlar sobre el reconocimiento del pueblo Defensorista hacía el Pachu Gol. “Me hacen muy feliz, por que yo me siento un  hincha más. Como siempre digo, tuve la suerte de gritar goles de Defe de los dos lados del alambre y me siento un afortunado por eso” resume el delantero, y también tiene ganas de terminar con una pequeña polémica: “Alguna vez leí que debatían si yo era ídolo o no. Que quede claro: yo jamás puedo ser un ídolo, ni lo quiero ser. Solo quiero esto que pasa ahora: que la gente me diga que, más allá de gustarle cómo jugaba o no, siempre me maté por defender la roja y negra”. Y no termina ahí, porque Pacífico explica en profundidad su postura… “Siempre dejé la vida por la camiseta de Defensores y eso solo lo puede hacer una persona que pasó su infancia, su adolescencia y se hizo hombre en el club. Eso no lo hace un ídolo, lo hace un hincha. Y tengo la suerte de que la hinchada me recuerde. ¿Qué más puedo pedir? Sólo dar las gracias y con esto no quiero vender humo, por que la gente que me conoce y me conoció, sabe que es así”, concluye, con la claridad de los grandes.

Y como cada uno de los jugadores que pasó por el blog, le toca dejar el clásico mensaje para los hinchas. “Nunca dejemos de ser distintos. Ser de Defensores es para gente con un grado de locura único, por eso nos envidian tanto”.

Continuará…